CATEQUESIS SOBRE
EL SANTO ROSARIO

El Rosario en la vida de la Iglesia

Autor: Fr. Carlos Lledó López O.P.

 

 

 
   
Guía didáctica apropiada para
Sacerdotes, Religiosos y Catequistas.
 



 

4 - El ROSARIO EN LA VIDA Y EN LA IGLESIA.



 

El Rosario en la vida de la Iglesia.

El Rosario en la vida de la Iglesia ha sido instrumento de predicación de la vida y de las enseñanzas de Cristo según el Evangelio y de la actualización de la presencia maternal, corredentora y medianera de la Virgen María. Ha sido, también, medio eficaz de renovación en la fe y costumbres de las gentes, especialmente las más sencillas.

Así lo testifican Asociaciones del Rosario esparcidas por el mundo, las naciones y pueblos que tienen a la Virgen del Rosario como Patrona, los templos, santuarios, monumentos… Y, sobre todo, lo confirma el Magisterio de la Iglesia a lo cual dedicaremos una reflexión aparte.

Tenemos que recuperar la filial devoción a la Virgen que está latente en nuestros pueblos y volver al rezo y a la oración del Rosario.
 

El Rosario en la vida personal.

El Rosario va marcando nuestro estilo de vida que debe ser el de Cristo. La repetición meditativa de la vida de Cristo va profundizando en nosotros y marcando nuestro ser y obrar cristianos como discípulos de Cristo.

Así, los misterios gozosos nos van marcando con el amor, la humildad, la sencillez y la pobreza de Cristo. Los misterios luminosos nos enseñan a acoger la palabra de Dios y a buscar en todo la voluntad del Padre a ejemplo de Cristo. Los misterios dolorosos nos centran en el misterio de la Cruz y nos enseñan a ser corredentores con Cristo. Los misterios gloriosos nos trazan el camino del Cielo y nos enseñan a ir marchando tras las huellas de Cristo.
 

Vivamos con el Rosario.

Es el mejor compañero, por eso, lo llevamos siempre con nosotros. Es el Rosario itinerante: nos acompaña, y los podemos rezar, en la intimidad, en familia, en comunidad. También, por la calle, en los viajes, en la salud, en las circunstancias difíciles, en la enfermedad, a la hora de la muerte… “Los dieces del Rosario son escaleras para subir al Cielo las almas buenas”.

El Rosario nos permite meditar el decreto de amor del Padre, su realización en la obediencia de Cristo por obra del Espíritu Santo, al calor del corazón virginal de María.

Podemos vivir el Rosario durante el día, centrados en un misterio, en su espíritu, en un propósito... que nos permite permanecer en la presencia de Dios en actitud humilde y confiada.


Necesitamos vivir el Rosario.

Necesitamos vivir el Rosario porque necesitamos profundizar en el conocimiento, amor e imitación de Jesucristo, en la Iglesia. El Rosario es la “escuela de María” y Ella es la Madre y Maestra que nos enseña el conocimiento, amor e imitación de su Hijo.

Necesitamos vivir el Rosario porque es compendio de fe, fácilmente a nuestro alcance, como un libro grabado en la mente y en el corazón, que nos ayuda a vivir según el Evangelio.

Necesitamos vivir el Rosario como medio privilegiado de oración. Experimentamos un "imperativo categórico de oración". Necesitamos orar alabando a Dios y bendiciendo su nombre, dándole gracias por los beneficios recibidos, pidiendo su ayuda en las necesidades espirituales y materiales, reparando nuestros pecados y falta de amor… y el Rosario es el mejor manual de oración que nos ayuda a ello por la meditación de los misterios de Cristo y el rezo del Padre nuestro, de las avemarías y del Gloria..

La Virgen María, en Lourdes y en Fátima, nos invita a rezar el Rosario que nos ayuda a perseverar en la gracia, a cultivar la vida sacramental, especialmente la Confesión y la Eucaristía, a ser buenos cristianos y a obtener el don la paz y la reconciliación.

         




 


      Elaborado por Fr. Carlos Lledó López, O.P.