Domingo 16º del Tiempo Ordinario

- CICLO B -

Autor: Fr. Carlos Lledó López O.P.

 

 

     MEDITACIONES PARA EL AÑO LITÚRGICO

Guía didáctica apropiada para
Sacerdotes, Religiosos y Catequistas.

 



 

DÉCIMO SEXTO DOMINGO – CICLO B
                 
 

Con la Virgen María, contemplamos la vida de Cristo en el Rosario. Ello nos ayuda a profundizar en los sentimientos del Corazón de Cristo. Son sentimientos de amor y misericordia, propios del Buen Pastor.

 

PRIMERA LECTURA. Jeremías, 23, 1-6.

El Señor condena a los malos pastores.

El Señor condena a los malos pastores. Son malos pastores los que no respetan la vida de las ovejas, los que son fuente de guerras, división y exclusión, los que no las alimentan ni las educan... Dice el Señor: Yo os tomaré cuenta por la maldad de vuestras acciones.
 

El Señor anuncia al Buen Pastor.

Cristo es profetizado como el Buen Pastor. Será el vástago legítimo de David según la descendencia humana.

Congregará a sus ovejas de toda raza, lengua, pueblo y nación en un solo rebaño. Las unirá en comunidad de salvación, las alimentará, las hará crecer.

Será prudente ofreciendo la redención y el perdón del pecado. Será justo dando a cada uno lo suyo. Ofrecerá la salvación a sus ovejas fieles.
 

La profecía se sigue cumpliendo en el redil de la Iglesia.

La Iglesia es católica: congrega a gentes de toda raza, pueblo y nación. Es comunidad de salvación: nos orienta hacia el Cielo, nos instruye en la verdad, nos alimenta con los sacramentos, nos inculca el respeto a la vida, nos invita a vivir en el amor como hijos de Dios.
 

Invocación mariana.

María, divina Pastora, porque eres la Madre del Buen Pastor. Tú nos impulsas maternalmente a permanecer como ovejas fieles de Cristo en la Iglesia. Que no nos falten nunca pastores buenos, esto es, sacerdotes santos según los sentimientos del Corazón de Cristo.
 


 

SEGUNDA LECTURA. Efesios, 2, 13-18.

Los atributos del Buen Pastor.

Los atributos del Buen Pastor son predominantemente el amor y la misericordia hasta el extremo, hasta dar la última gota de su sangre por los que ama: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los que ama (Cf. Jo.15, 13), por sus amigos, por sus ovejas, por nosotros.
 

La misión del Buen Pastor.

Perdonar, redimir y salvar a los que están lejos por el pecado.

Dar la verdadera paz, la interior, por la gracia y consecuentemente, la exterior en la familia, en los pueblos, en el mundo...

Unir en una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre: una sola familia en Dios.

Formar un solo Cuerpo, el de Cristo que es la Iglesia.
 

Invocación mariana.

María, divina Pastora porque ere Madre del Amor y la Misericordia. Tú eres Medianera de la gracia, del perdón, de la paz, de la unidad... Alcánzanos el perdón del pecado, perseverar en la gracia, vivir en la paz y en la unidad.

 

TERCERA LECTURA. San Marcos, 6, 30-34.

Cristo, el Buen Pastor nos invita.

A que seamos de los suyos, a vivir en comunión con Él por el don de la gracia santificante.

A que nos dejemos conducir a su intimidad: Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.

Necesitamos descansar de tanto materialismo, ajetreo... Necesitamos dialogar con Él, contarle nuestras cosas en oración reposada. Necesitamos compartir sus interese: la extensión de su reinado, la salvación de todos los hombres...
 


 

Invocación mariana.

Virgen del Rosario, divina Pastora: Tú eres totalmente de Cristo, vives en comunión con Él según los latido de su corazón. Enséñanos a ser totalmente de Cristo, a vivir en comunión con Él, ordenando nuestra vida según los sentimientos de su corazón. Entonces, seremos apóstoles valiente con la palabra y el testimonio en medio del mundo.

        
 




 
 


      Elaborado por Fr. Carlos Lledó López, O.P.