SAN JUAN BAUTISTA
Solemnidad

Autor: Fr. Carlos Lledó López O.P.

 

 



MEDITACIONES

 

SOLEMNIDAD
DE SAN JUAN BAUTISTA
24 DE JUNIO

 

                             

El segundo misterio gozoso del Rosario nos invita a visitar a Santa Isabel con la Virgen María que ya lleva en su seno al Verbo de Dios hecho hombre por obra del Espíritu Santo. Juan el Bautista, a punto de nacer, salta de gozo en el vientre de Isabel. Encuentro maravilloso. Nosotros participamos del gozo de Juan que nos invita a prepararnos para la venida del Salvador. Nos preguntamos: ¿quién es Juan el Bautista?
 

 

LA PERSONALIDAD DE JUAN EL BAUTISTA.

Es el elegido de Dios.

Juan el Bautista es el elegido por Dios para anunciar la venida inmediata de Cristo. Por eso, estará lleno del Espíritu Santo desde el seno materno, convertirá a muchos al Señor su Dios, reducirá los corazones rebeldes y preparará un pueblo bien dispuesto para el Señor (Cf. Lc.1, 5-18).
 

Es más que un profeta.

Las palabras de Jesucristo perfilarán la personalidad de Juan. Es más que un profeta porque es el mensajero enviado por Dios para preparar los caminos al Señor: entre los nacidos de mujer no ha aparecido uno más grande que Juan el Bautista, dirá Jesús (Cf. Mt.11,10-11; Lc.7,24-29) Es el ángel del Señor y la voz que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos (Cf. Mc.1,1-2).

 

LA MISIÓN DE JUAN EL BAUTISTA.

Dar testimonio de la luz.

La misión de Juan es dar testimonio de la luz que ha de abrirse paso en las tinieblas (Cf. Jo.1, 6-8). Para ello, invita a la conversión y a la oración mediante el rito llamado bautismo de Juan. Una invitación a abrir las puertas del corazón y acoger la luz de Cristo.
 

Presentar a Cristo.

Consecuentemente, Juan está presentando a Cristo como centro de la fe porque es la Verdad que hemos de creer, y el Bien al que hemos de entregarnos. Cristo es la fuente de esperanza, del gozo y de la alegría porque viene para salvarnos.
 


 

Nosotros hemos recibido el don del conocimiento y del amor de Cristo porque hemos recibido el sacramento del Bautismo. Vivamos las exigencias de la fe fuertemente adheridos a Cristo en la Iglesia, gozosos en la esperanza y entregados en el amor (Cf. 1ª Pe. 1, 8-12).

 

LAS VIRTUDES DE JUAN EL BAUTISTA.

La Humildad. Integridad. Austeridad.

Juan el Bautista realiza su misión con humildad, orientando a sus discípulos hacia Cristo, con el testimonio de una vida íntegra y austera, predicando la conversión y fiel hasta la muerte.

Juan es humilde buscando el desaparecer ante Cristo y huyendo de los honores humanos: Yo os bautizo en agua, pero llegando está otro más fuerte que yo, a quien no soy digno de soltarle la correa de las sandalias; El os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego (Cf. Lc.3,16; Jo.1,27).

Juan orienta a sus discípulos al conocimiento directo de Cristo y a que permanezcan con El: He aquí el Cordero de Dios. Los dos discípulos que le oyeron, siguieron a Jesús y permanecieron con Él aquel día.( cf. Jo.1,36)

Juan predica la conversión y el compromiso de vida creyente con la palabra, dando testimonio de vida íntegra y austera con la oración, el ayuno y vistiendo pobremente (Mt.3,4; Mc.1,4-6; Lc.3,3-6).
 

La fidelidad hasta el martirio.

Juan es fiel hasta el martirio deshaciendo confusiones de personas y doctrinas (Mt.2,11; Mc1,7; Lc.3,15; Jo.3,22), diciendo no al pecado (Mt.14,14;3,7; Lc.3,7; Lc.3,18; Jo.1,19).
 

 

INVOCACIÓN MARIANA.

Virgen de la Visitación: Tú nos invitas a escuchar la palabra de Juan para que preparemos una morada digna a tu Hijo. Enséñanos a dejar el pecado, a ser fieles a la gracia del Sacramento del Bautismo que tu Hijo nos trae, a ser coherentes con la fe que profesamos y fieles a Cristo en la Iglesia hasta la muerte.

     


 

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             Autor: Fr. Carlos Lledó López, O.P.