Guía
didáctica apropiada para
Sacerdotes, Religiosos y Catequistas.
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- EL ROSARIO EN FAMILIA
1-LA RECOMENDACIÓN DE LA IGLESIA.
León XIII.
Ha destacado ampliamente la importancia del rezo
en familia para el bien del matrimonio y de la familia.
San Pío X.
Afirmaba: “Si queréis que la paz reine en vuestras familias y en vuestra
patria, rezad todos los días el Rosario con todos los de casa”.
Pablo VI.
Recomendaba: “Deseamos vivamente que, cuando un encuentro familiar se
convierta en tiempo de oración, el Rosario sea su expresión frecuente y
preferida” (Maríalis cultus, n. 54).
Juan Pablo II. Proclama en su Carta Apostólica Rosarium Virginis Maríae
(16 de octubre de 2002) “El Rosario es, desde siempre, una oración de la
familia y por la familia... Se ha de volver a rezar en familia y a rogar
por las familias, utilizando todavía esta forma de plegaria. La familia
que reza unida, permanece unida. El santo Rosario, por antigua
tradición, es una oración que se presta particularmente para reunir a
la familia... La familia que reza unida el Rosario reproduce en cierto
modo el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro, se
comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las
necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para
el camino. Es hermoso y fructuoso confiar también a esta oración el
proceso de crecimiento de los hijos... Rezar con el Rosario por los
hijos, y, mejor aún, con los hijos (nn. 41-42).
Benedicto XVI.
Invita a releer la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae del Siervo
de Dios Juan Pablo II e invita a llevar a la práctica sus indicaciones a
nivel personal, familiar y comunitario (Angelus 2. 10. 05)
Igualmente, invita a los recién casados, a “hacer del rezo del Rosario
en familia un momento de crecimiento espiritual bajo la mirada de la
Virgen María” (Audiencia General 17. 05. 06).
2- AYUDA A LA SANTIFICACIÓN DE LA FAMILIA.
2.1- La
familia necesita rezar y orar para perseverar en la gracia, para ser
fiel a los fines del matrimonio y para vivir unidos.
2.2- El rezo
del Rosario ayuda a la familia a perseverar en la gracia porque estimula
a acudir con frecuencia a los sacramentos, centrados en la Eucaristía.
La familia no puede mantenerse si no se apoya en la gracia y en la
oración.
2.3- El rezo
del Rosario ayuda a la familia a ser fiel a los fines del Matrimonio
porque alimenta los criterios de fe sobrenatural, alienta la esperanza
que se apoya en Dios y favorece el verdadero amor como entrega y
comunión.
2.4- El rezo del Rosario favorece la unión
de la familia porque intensifica la unión con Cristo y en Él, todos
somos uno. La familia fundamenta su unión en Cristo.
3- VIVE EL CLIMA DE LA SAGRADA FAMILIA.
3.1- La
familia cristiana que reza el Rosario no sólo rememora el estilo de vida
de Nazaret, sino que trata de hacerlo vida imitando las virtudes de la
Virgen Madre, de San José como padre tutelar y del Niño Jesús, el mejor
de los hijos.
3.2- El padre
de familia aprenderá de San José a cumplir la voluntad de Dios en la
entrega amorosa su mujer y a sus hijos, en el desvelo, en la atención,
en el diálogo, en el saber escuchar, en el trabajo, en el perdón, en la
paz, en la alegría…
3.3- La
madre de familia aprenderá de la Virgen María a vivir entregada a su
marido como a Cristo, tratando de complacerle, de ayudarlo, de
comprenderlo, de compartir responsabilidades en clima de caridad,
humildad, paz y alegría.
4.4- Los hijos de familia aprenderán de
Jesús a amar a sus padres, a acoger sus enseñanzas, a obedecer, a
estudiar y trabajar, a ayudarlos, a compartir… a vivir en serenidad, paz
y alegría.
CONCLUSIÓN.
La familia que reza el Rosario permanece unida. Unida a Cristo y a la
Iglesia porque perseveran en la gracia ayudados por la oración del
Rosario. Unidos entre si porque actúa la gracia propia del sacramento
del Matrimonio.
La familia que reza el Rosario da testimonio ante el mundo de la alegría
de su matrimonio –hombre y mujer- , unido para siempre, y de la
aceptación gozosa de los hijos que Dios le regala.
La familia que reza el Rosario afronta con espíritu sobrenatural los
momentos de dolor y los de gozo aceptando la voluntad de Dios como
Padre.
La familia que reza el Rosario en familia vive centrada en Cristo y es
ampliamente bendecida por la Virgen que la sostiene y le ayuda a
recorrer el camino de la santificación y salvación.
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