|
MEDITACIÓN
MARÍA, MADRE DE LA
CONVERSIÓN
MARIA Y LA CONVERSIÓN
"El tiempo se ha cumplido y el reino está cerca; convertíos y creed en
la Buena Nueva" (Mc.1, 15).
EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO
Se ha cumplido el tiempo de salvación porque. Dios Padre quiere que
todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la Verdad (1 Tim.2,
4).
Es el tiempo del amor que Dios nos tiene, más fuerte que el pecado y la
muerte (Cant.8,6) y la debilidad.
Es Jesucristo que se ha hecho hombre por nosotros los hombres, por
nuestra salvación proclamando: "Esta es la voluntad del que me envió:
que yo no pierda nada de lo que me ha dado, sino que lo resucite en el
último día" (Jo.6, 39).
Es María, Madre de la conversión porque nos ofrece al Gran Perdonador y
nos atrae hacia Él. María es la Madre que nos ama, nos comprende y nos
perdona. Ella nos dice con voz maternal: convertíos, volveos a Cristo,
abridle las puertas.
EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA.
El Reino de Dios está cerca. Dice el Evangelio: "Vino Jesús a Galilea
predicando el Evangelio de Dios y diciendo: Cumplido es el tiempo, y el
reino de Dios está cercano; arrepentíos y creed en el Evangelio" (Mc.1,14-15).
El Reino de Dios ya está presente porque Cristo ha nacido
históricamente: de la Virgen María y es portadora de la llamada a la
conversión: arrepentíos y creed en el Evangelio.
María está presente en la llamada a la conversión que Cristo nos hace.
Ella misma se hace llamada a la conversión desde la Encarnación del
Verbo hasta la Cruz donde es proclamada Madre de la Conversión al
acogernos como hijos.
María en Pentecostés comienza a recorrer el camino
de la Iglesia alentando a sus hijos y llamando a conversión a los
pecadores, a veces, hasta de forma extraordinaria con sabor de milagro.
María, Asunta al Cielo sigue cuidando de sus hijos instando
maternalmente a la conversión como vemos confirmado en Lourdes y Fátima.
María continúa en el empeño de buscar la salvación de sus hijos.
María no cesa de llamarnos a la conversión y a la perseverancia. Por
eso, nos pide que reavivemos la gracia del Bautismo y de la
Confirmación; que demos forma a la conversión en la Penitencia; que
participemos en la Eucaristía con frecuencia. Que los esposos realicen
el sacramento del Matrimonio en estado de gracia y se mantengan en la
gracia del sacramento. Que los sacerdotes seamos santos tratando de
vivir como otro Cristo bajo la especial maternidad de María. Que todos
recibamos la Unción de los enfermos y seamos conducidos al Cielo entre
los brazos de María. Que recemos el Rosario.
"CONVERTIOS"
María nos invita a la conversión y nos dice: "Haced lo que Él os diga" (Jo.2,5).
Él, es Jesucristo. Oigamos a Jesucristo. Hagamos lo que Él nos dice en
la Iglesia.
CREED LA BUENA NUEVA
Con María queremos convertirnos, vivir en gracia, acoger la Buena Nueva,
entregarnos al Evangelio, servir a la Iglesia con todo el ser y el
obrar, con adhesión consciente y libre.
|
|