La Virgen María (15)

María, Madre de la Conversión

Autor: Fr. Carlos Lledó López O.P.


 
 



 

MEDITACIÓN
 

 

MARÍA, MADRE DE LA CONVERSIÓN




MARIA Y LA CONVERSIÓN

"El tiempo se ha cumplido y el reino está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" (Mc.1, 15).


EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO

Se ha cumplido el tiempo de salvación porque. Dios Padre quiere que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la Verdad (1 Tim.2, 4).

Es el tiempo del amor que Dios nos tiene, más fuerte que el pecado y la muerte (Cant.8,6) y la debilidad.

Es Jesucristo que se ha hecho hombre por nosotros los hombres, por nuestra salvación proclamando: "Esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día" (Jo.6, 39).

Es María, Madre de la conversión porque nos ofrece al Gran Perdonador y nos atrae hacia Él. María es la Madre que nos ama, nos comprende y nos perdona. Ella nos dice con voz maternal: convertíos, volveos a Cristo, abridle las puertas.


EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA.
 
El Reino de Dios está cerca. Dice el Evangelio: "Vino Jesús a Galilea predicando el Evangelio de Dios y diciendo: Cumplido es el tiempo, y el reino de Dios está cercano; arrepentíos y creed en el Evangelio" (Mc.1,14-15).

El Reino de Dios ya está presente porque Cristo ha nacido históricamente: de la Virgen María y es portadora de la llamada a la conversión: arrepentíos y creed en el Evangelio.

María está presente en la llamada a la conversión que Cristo nos hace. Ella misma se hace llamada a la conversión desde la Encarnación del Verbo hasta la Cruz donde es proclamada Madre de la Conversión al acogernos como hijos.
 


 

María en Pentecostés comienza a recorrer el camino de la Iglesia alentando a sus hijos y llamando a conversión a los pecadores, a veces, hasta de forma extraordinaria con sabor de milagro.

María, Asunta al Cielo sigue cuidando de sus hijos instando maternalmente a la conversión como vemos confirmado en Lourdes y Fátima. María continúa en el empeño de buscar la salvación de sus hijos.

María no cesa de llamarnos a la conversión y a la perseverancia. Por eso, nos pide que reavivemos la gracia del Bautismo y de la Confirmación; que demos forma a la conversión en la Penitencia; que participemos en la Eucaristía con frecuencia. Que los esposos realicen el sacramento del Matrimonio en estado de gracia y se mantengan en la gracia del sacramento. Que los sacerdotes seamos santos tratando de vivir como otro Cristo bajo la especial maternidad de María. Que todos recibamos la Unción de los enfermos y seamos conducidos al Cielo entre los brazos de María. Que recemos el Rosario.


"CONVERTIOS"

María nos invita a la conversión y nos dice: "Haced lo que Él os diga" (Jo.2,5). Él, es Jesucristo. Oigamos a Jesucristo. Hagamos lo que Él nos dice en la Iglesia.


CREED LA BUENA NUEVA

Con María queremos convertirnos, vivir en gracia, acoger la Buena Nueva, entregarnos al Evangelio, servir a la Iglesia con todo el ser y el obrar, con adhesión consciente y libre.

 


 

   


 

 
 


             Autor: Fr. Carlos Lledó López, O.P.