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MEDITACIÓN
EXCLAMACIONES DE SAN
ALBERTO MAGNO A LA HUMANIDAD DE CRISTO Y A LA VIRGEN MARÍA
EXCLAMACIONES DE SAN ALBERTO MAGNO O.P.
A LA HUMANIDAD DE CRISTO Y A LA VIRGEN MARÍA
Salve, Humanidad del Redentor,
que en el seno de la Virgen te uniste a la Divinidad.
Salve, suma y eterna Divinidad,
que viniste a nosotros bajo el velo de nuestra carne.
Mil veces salve a ti,
que, por la virtud del Espíritu Santo, te uniste a la carne virginal de
María.
Salve a ti, María,
en la que la plenitud de la divinidad ha puesto corporalmente su
mansión.
Salve de nuevo a la purísima Humanidad del Hijo,
que ha sido bendecida por el Padre y venida a ti, María.
Salve, inmaculada virginidad,
que has sido exaltada sobre los coros de los ángeles.
Gózate, Señora
del mundo,
que fuiste digna de ser templo de la purísima Humanidad de Cristo.
Gózate y alégrate, Virgen de las vírgenes,
en cuya carne la bienaventurada Deidad quiso unirse a esta purísima
Humanidad.
Gózate, Reina del cielo,
en cuyo santísimo seno esta santísima Humanidad encontró digna morada.
Gózate y exulta, noble esposa de los Patriarcas,
que fuiste digna de nutrir en tu seno virginal y amamantar esta santa
Humanidad.
Salud y bendición a ti por los siglos,
oh fecundísima virginidad,
por la que nosotros fuimos dignos de recoger el fruto de la salvación
eterna. Amén.
Tomado del Libro: San Alberto
Magno. Autor: P. Vicente Forcada Comins. –Valencia, 1996
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