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                6ª 
                               
                El que con devoción rezare mi 
                Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá 
                oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada: 
                se convertirá, si es pecador; perseverará en la 
                gracia, si es justo; y, en todo caso, será admitido en 
                la vida eterna.  
                 
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